jueves, abril 12, 2007

Nota de la diaria 2007



La Diaria, Jueves 12 de Abril de 2007



“Somos cuatro musicópatas"



Mario Gulla (violín), Fernando Rosa (violín), Fernando
Luzardo (viola) y Bruno Masci (violoncello)
componen desde el año 2000 la actual
formación del Club de Tobi, una agrupación
que desde mediados de los 90 se mueve en una
especie de ámbito paralelo al circuito rockero. La
apertura de su propuesta los ha llevado a versionar
a artistas tan distantes como Jimi Hendrix
y Daniel Viglietti, a la vez que les ha permitido
insertarse en espectáculos de murga, sesiones de
musicalización de películas y festivales multitudinarios.
Su primer disco, Anselmo, es de 2003;
actualmente se manejan con el repertorio de
Aldorio, su larga duración de 2005, que será la
base del show que brindarán mañana en la Sala
Zitarrosa. Conversamos con la banda en Anselmo
Récords, una casa del barrio Bella Vista que
opera como cuartel general del Club de Tobi.
En este momento se encuentran preparando
su último show en Montevideo
antes de su gira por Argentina, la cual
financian con el aporte del MEC. ¿Cuándo
empieza ese tour?
Mario Gulla: -Nos presentamos a los Fondos
Concursables del MEC y salimos seleccionados.
Igual la gira era un hecho, pero el año
pasado no teníamos ningún tipo de respaldo
privado ni de ningún ente estatal ni nada. Por lo
menos ahora es un respaldo para empezar.
Fernando Luzardo: -Aún la gira no está pensada,
no hay nada confirmado, pero sería entre
junio y julio. Al regreso de la gira queremos
hacer un Solís en octubre, y tal vez grabemos
ese show y lo editemos en un DVD. Además
queremos hacer también otro ciclo en Cinemateca,
pero las fechas aún no están claras.
-Respecto a los shows en Cinemateca,
¿cómo sintieron la recepción del público ante
la musicalización de películas de cine mudo?
Fernando Rosa: -Es una de las cosas que
más nos comentan. Nosotros siempre nos ocupamos
del aspecto visual de nuestros shows.
Tratamos siempre de incluir algo nuevo, desde
pasar videos, cosas improvisadas, musicalización
de imágenes. Lo de Cinemateca fue como
la conjunción de dos cosas.
MG: -Era un viejo sueño mío, soy “cinematecófilo”.
Cinemateca me parece buenísima,
es una cosa única en el continente, es algo que
caracteriza al Uruguay. Es una de las cosas buenas
de vivir en Montevideo.
FL: -Ya habíamos musicalizado anteriormente,
en el 2002, un espectáculo de danza
basado en el mito de Prometeo. Además, el año
pasado hicimos la banda sonora de Machos
Marinos, un cortometraje [de Guillermo Kloetzer]
que tal vez musicalicemos en vivo en algún
momento, cuando la agenda nos lo permita.
-Volviendo a Argentina, ¿qué pasó cuando
se presentaron en el festival Cosquín
Rock, en las ediciones 2005 y 2006? ¿Cómo
tomaron el hecho de que los invitaran a un
festival de rock?
MG: -Estuvo buenísimo. El Cosquín es algo
aparte, es muy masivo, es algo a lo que no
estamos acostumbrados, porque no hacemos
algo muy masificable. Entrar en ese formato
de festival de rock está buenísimo porque
tenemos el sentimiento, el temple para hacerlo.
Para nosotros era lógico, en realidad. Entra
dentro de lo que tenemos pensado como
nuestra propuesta. Además tenemos temas
rockeros para encarar un festival de rock

Bruno Masci: -En realidad nosotros
siempre fuimos medio una banda de rock.
En los comienzos éramos en esencia rock, ya
sea por el estilo, por la disciplina. La manera
de trabajar, de abordar los temas, la actitud
escénica, etcétera, son más parecidas a un
grupo de rock que a un cuarteto de cuerdas.
Lo que pasa es que tocamos instrumentos
que no son típicos del rock.
FR: -Acá en Uruguay no estuvimos en
ningún festival de rock porque no nos invitaron.
Lo más parecido que estuvimos fue
en la Fiesta de la X, donde tocamos después
de Trotsky Vengarán.
FL: -Lo que pasó en el primer Cosquín,
cuando fuimos teloneros de Charly García,
fue que no podía haber ninguna banda
de rock tocando el mismo día que el “Sr.
García”. Por eso nuestra propuesta fue bárbara
para telonear al Charly. Luego, en la
siguiente edición, fuimos especialmente
invitados por Sky Beilinson, de los Redonditos
de Ricota, al que le gustó mucho nuestra
versión de los temas de los Redondos.
-Entonces podrían tocar perfectamente
en un festival de rock.
MG: -No negamos las posibilidades.
Todo puede pasar, mientras sea afín a lo que
nos gusta. Además tenemos un repertorio
rockero para darle a la gente. ¡Tampoco
somos suicidas!...
BM: -Hay una apertura por parte nuestra,
y eso es lo que nos mantiene vivos.
Si seguimos un único estilo después no
podemos salir de él. Eso es lo que le pasa a
muchas bandas, que ya tienen su público
específico, y en cierta forma se pierde lo
artístico, la originalidad. A nosotros no nos
ha sucedido, ya sea por nuestra forma de ser
o de tocar. No apuntamos a un público ni a
un formato específico.
FR: -Además, cuanto más abrís el abanico
de estilos, más conquistás a la gente.
En general en nuestros toques no hay adolescentes
que van con sus remeras y sus
banderas, y hacen pogo, tipo hinchada de
estadio.
FL: -También podemos tocar en un festival
de reggae, de folclore, de milonga, por
ejemplo. Igual siempre hay gente que no
puede vivir sin etiquetar todo.
MG: -El mercado tiende a especificar
cada vez más todo. Por suerte nos hemos
sorprendido de ver desde niños hasta abuelas
en nuestros espectáculos.

-Entonces no piensan en lo que podría
gustarle más al público a la hora de elegir
cuáles temas versionar y cuáles no.
FR: -Si pensás en lo que quiere el público,
vas a tomar un camino o fórmula preexistente.
FL: -Si pensáramos en lo que quiere el
público nunca hubiéramos hecho esto… nunca
hubiera funcionado. Ahora lo que se está dando
mucho es contratar a un cuarteto de cuerdas
para hacer un tributo a algún artista o banda.
MG: -Es como Mambrú pero de cuerdas
(risas). Eso es justamente lo que quiere el mercado.
Es lo que se da acá en Uruguay y en todos
lados. Sin desmerecer el trabajo de nadie, pero
hay mucha cosa prefabricada. Nosotros no planeamos
los temas sino que elegimos lo que
nos gusta y lo trabajamos a nuestra manera.
-Las versiones que ustedes hacen de los
temas ¿pueden considerarse tributo?
BM: -Tributo me suena como a impuesto
(risas).
FR: -Tampoco es un homenaje realmente.
Es versionar temas, agregando cosas nuestras
dentro de la propia versión. Es creación nuestra
dentro de la versión.
-Su último disco, Aldorio, tiene más
temas de composición propia que versiones,
contrariamente a su primer disco.
FR: -Sí, es verdad. Este último disco es
como más personal.
BM: -Igual no planificamos mucho, hacemos
lo que nos gusta, lo que nos sale desde lo
artístico, y no desde lo intelectual.
MG: -Las ideas nos toman a nosotros.
-¿Qué piensan o sienten cuando se los define
como un mero cuarteto instrumental?
MG: -En realidad es la definición más básica
de lo que somos. Pero nuestra búsqueda va
por otro lado, va más allá de eso. No nos gusta
encasillarnos, por eso experimentamos con un
gran abanico de posibilidades.
FL: -Somos algo más que un cuarteto de
cuerdas, es lo que tratamos de mostrarle a la
gente: que no sólo somos dos violines, una viola
y un celo, sino que en nuestros shows también
hay bandoneón, acordeón, trompeta, batería,
bajo, trombón, etcétera. Somos cuatro musicópatas
que nos gusta tocar con amigos.
BM: -De todas formas no está mal que
alguien, que nunca nos haya visto y escuchado,
piense que somos sólo un cuarteto de cuerdas,
porque es lo que somos; es nuestra base.
-Entonces, ¿cómo lo vendés al Club de
Tobi?
FL: -Ése es uno de los problemas nuestros
y de toda la gente que nos acompaña: la
mánager, el que nos edita el disco, etcétera.
-¿Qué se viene para la presentación de
mañana?
FL: -Queremos cerrar la presentación del
disco Aldorio, una presentación que empezamos
en diciembre del 2005, cuando salió
el disco. También vamos a aprovechar para
que afloren otras cosas que han sucedido
desde entonces.
BM: -Va a haber muchos invitados también.
Algunos músicos “extra Tobi” que tocaron anteriormente
con nosotros en vivo y en el disco.
MG: -Además va a haber un clown y
muchas sorpresas más

Alejandra Almirón